El proyecto busca resolver el hábitat cotidiano de manera elegante y simple. La resolución volumétrica de carácter sobrio y colores blancos, se ve contrastada por la luz y materiales cálidos del interior, que dan confort a los espacios habitables y se proyecta en sus transparencias.
La vivienda fue pensada a partir de un módulo básico, que orienta y proporciona los locales, las fachadas, los vacíos, los detalles y las instalaciones. En cuanto a su materialidad, se destaca por la robustez que garantizan los sistemas constructivos tradicionales y se ejecuta a partir de una estructura independiente de H°A° con cerramientos en muros dobles de ladrillos comunes y cerámicos, paños de vidrios dobles y pieles metálicas, garantizando una alta eficiencia energética.
La vivienda se ubica en el barrio Guadalupe de la ciudad de Santa Fe, en cercanías a la Laguna Setúbal. La misma, se resuelve de manera compacta sorteando las dificultades de un lote urbano, angosto y con restricciones en cuanto a su reglamentación.
El impacto del clima sobre la vivienda se resuelve a partir de distintas herramientas: la generación de un patio de luz que divide los dos bloques principales, este funciona como catalizador de la luz solar al ubicarse orientado al norte, y brinda condiciones de confort a los locales habitables.
Este patio, a su vez, funciona como jardín interno y retardador de aguas de lluvia.
Se destaca el recurso de la galería como difusor de los rayos solares. Esta se ubica de manera contigua a los espacios sociales principales, generando una secuencia espacial de gran calidez.